Una de las mejores razones para leer, y
más aún para leer más, consiste en que se unifique la familia en torno a este
acto. La mejor evidencia de ello la dan los padres con sus hijos pequeños, a
quienes se les leen cuentos infantiles desde sus primeros años de edad.
Los niños, de esta manera, desarrollan
un interés temprano por la lectura. En un principio lo hacen con ediciones ilustradas
llenas de figuras y dibujo como Alicia en el país de las maravillas aunque después
estén en la capacidad de leer algo más complejo.
Aunque no todo tiene por qué reducirse
a un entorno infantil. También se puede estimular la lectura en los adolescentes,
quienes en su etapa de crecimiento están pendientes de salir de fiesta, irse de
paseo a las afueras de la ciudad o encontrarse con la pareja.
En este punto, hablar sobre una lectura
en común puede servir para romper el hielo entre ellos y sus padres, a fin de
conformar lazos de comunicación en los que predomine la confianza y el respeto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario